La sexualidad es una parte importante de la salud integral de toda persona. Aunque suele confundirse con los conceptos de sexo o relaciones sexuales, la sexualidad comprende aspectos como el afecto, la expresión emocional, la intimidad y conexión con otra persona y el amor, y la satisfacción de estas necesidades forma parte del pleno desarrollo físico y emocional (1).

Cuando se vive con Esclerosis Múltiple, la sexualidad es también un tema relevante. A pesar de ello, no se suele abordar en consulta con el médico ni tampoco en terapia psicológica debido a un tabú del que se derivan sentimientos de incomodidad y sensaciones de vergüenza (2-6). Y aunque la vida sexual no deja de ser importante ni tiene por qué desaparecer con EM, sí puede verse obstaculizada e influida por la sintomatología de la enfermedad, por los efectos secundarios de los tratamientos o por la alteración emocional y los procesos psicosociales que a menudo se derivan de la misma.

Sexualidad y Esclerosis Múltiple

En general, es importante contextualizar la sexualidad desde un marco más amplio que no la reduzca al acto físico sexual, y que, a su vez, no reduzca el acto sexual a la práctica sexual coital.

En ocasiones, puede ser necesario acudir a un profesional especializado para que mediante un abordaje psicoterapéutico se favorezca el acceso, la satisfacción y la plenitud sexual de las personas con Esclerosis Múltiple.

De esta manera, la terapia puede servir de contexto para el aprendizaje de una nueva manera de relacionarse sexualmente que promueva el bienestar sexual de las personas con EM, ya que las prácticas sexuales convencionales pueden verse limitadas físicamente como consecuencia de la enfermedad o por los procesos emocionales que se derivan de ella y de los cambios psicosociales que la acompañan.

Si es un tema que te afecta, es importante que lo compartas con los profesionales que te tratan, pues puede ser determinante para el mantenimiento de una vida sexual activa, además de plena y satisfactoria y, por tanto, clave en el bienestar psicológico, emocional y social de las personas con EM y de las parejas que conviven de forma indirecta con la enfermedad.

Por ello, encontrar alternativas para mantener la intimidad sexual e incluso así afianzar el vínculo de la pareja sería un objetivo a tener en cuenta dentro del abordaje sexual de las personas con Esclerosis Múltiple. En este sentido, se pueden trabajar aspectos como la comunicación honesta y amorosa, el respeto, la confianza y la generosidad.

Cómo puede ayudarme un psicólogo

Gran parte de los conflictos psicológicos y emocionales que interfieren en el desarrollo de una sexualidad plena y satisfactoria con Esclerosis Múltiple están relacionados con los aspectos y/o atributos físicos y en la parte práctica de las relaciones sexuales. En este sentido, cuanto más pueda favorecerse el aprendizaje de una nueva mirada dentro de la sexualidad, que promueva el encuentro, la excitación y la práctica sexual en base al afecto, conexión y amor dentro del vínculo entre las personas que van a mantener las relaciones sexuales, más podrá promoverse una satisfacción y plenitud sexual que varía solo en la naturaleza de la dinámica sexual y de la generación de dicho placer.

Cuando las limitaciones en la movilidad o en la funcionalidad afectan a las prácticas sexuales, se pueden plantear las siguientes estrategias (6,7):

  • No pensar únicamente en el coito: si se considera que el acto sexual debe empezar con el coito y terminar con un orgasmo, se puede sentir menos satisfacción, por lo que puede ser de gran ayuda explorar y experimentar con diferentes actividades sexuales.
  • Buscar alternativas en la relación: poner más énfasis en las maneras de tocarse a través de, por ejemplo, abrazos, besos, caricias y masajes. Ciertas personas quizás tengan que explorar actividades sexuales que requieren menos movilidad, como la estimulación oral o manual.
  • Utilizar recursos que faciliten la práctica: por ejemplo, posiciones cómodas, hacer descansos, hacer uso de elementos de apoyo, etc.
  • Redescubrir el cuerpo con el mapeo: ciertos síntomas de la esclerosis múltiple hacen que el cuerpo responda de manera muy diferente que en el pasado. En esta línea, el mapeo corporal puede ser una buena herramienta para autoexplorarse de la cabeza a los pies y conocer qué sensaciones se tiene al tocarse y así encontrar zonas y maneras de hacerlo que produzcan placer.
  • Realizar ejercicios para mejorar el desempeño sexual: por ejemplo, ejercicios de Kegel para entrenar y fortalecer los músculos del suelo pélvico; técnicas de tensión y relajación tendientes a disminuir la ansiedad en los encuentros sexuales; o técnicas de focalización sensorial, apuntando a redescubrir las sensaciones eróticas.
  • Hablar sobre los encuentros íntimos: pactar con la pareja relaciones sexuales no exigentes, que estén orientadas al reencuentro amoroso y basadas en el juego de dar y recibir placer sin exigencias.

Como conclusión, el abordaje de la sexualidad dentro de las sesiones de terapia puede contribuir al bienestar emocional, psicológico y social de las personas con EM, promoviendo el acceso a la sexualidad, así como la plenitud y bienestar sexual; además de satisfacer las necesidades vinculadas a la sexualidad que se han mencionado en el presente artículo.

El abordaje de la sexualidad dentro de las sesiones de terapia puede contribuir al bienestar emocional, psicológico y social de las personas con EM.

Necesidades que son esenciales en la vida de todo ser humano, y cuya satisfacción puede ser determinante para el bienestar emocional de una persona que ha de hacer frente al proceso emocional de tal envergadura como lo es el proceso de aceptación y adaptación constante derivado de una enfermedad como la EM.

Referencias:

  1. Frinco, V. L. (2018). Sexualidad, género y educación sexual. Extramuros: revista de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, (17), 97-107.
  2. Di Pauli, F., Zinganell, A., Böttcher, B., Walde, J., Auer, M., Barket, R., Berek, K., Egger, A., Griesmacher, A., Sukalo, N., Deisenhammer, F., & Hegen, H. (2023). Sexual dysfunction in female and male people with multiple sclerosis: disability, depression and hormonal status matter. European journal of neurology, 30(4), 991–1000. https://doi.org/10.1111/ene.15696.
  3. Dunya, C. P., Özkan, İ., & Demir, S. (2023). Sexuality experiences of women with multiple sclerosis reporting overactive bladder: a qualitative study. The journal of sexual medicine, 20(9), 1172–1179. https://doi.org/10.1093/jsxmed/qdad100.
  4. Scandurra, C., Rosa, L., Carotenuto, A., Moccia, M., Arena, S., Ianniello, A., Nozzolillo, A., Turrini, M., Streito, L. M., Abbadessa, G., Ferraro, E., Mattioli, M., Chiodi, A., Maldonato, N. M., Bonavita, S., Clerico, M., Cordioli, C., Moiola, L., Patti, F., Lavorgna, L., … Lanzillo, R. (2023). Sexual Dysfunction in People with Multiple Sclerosis: The Role of Disease Severity, Illness Perception, and Depression. Journal of clinical medicine, 12(6), 2215. https://doi.org/10.3390/jcm12062215.
  5. Tzitzika, M., Daoultzis, C. C., & Kordoutis, P. (2023). Sexual Rehabilitation and Relational Satisfaction in People with Multiple Sclerosis and their Partners. Sexuality and disability, 41(2), 289–305. https://doi.org/10.1007/s11195-023-09785-z.
  6. Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple. (2018). Intimidad y Sexualidad con Esclerosis Múltiple. https://rb.gy/0bsbw.
  7. Cedrés, S. (2013). Sexualidad en la Esclerosis Múltiple, Tratamiento. Opción Médica, 54-56.

Silvia DíazPsicóloga