En el abordaje de la Esclerosis Múltiple, es fundamental la intervención de un equipo multidisciplinar, abarcando todos los ámbitos de la persona (físico, laboral, social, emocional, etc.). Dentro de estas disciplinas, la fisioterapia y el trabajo social son fundamentales tanto en el momento del diagnóstico como en la evolución de la enfermedad.
Por un lado, la fisioterapia se encarga de mejorar la movilidad y la funcionalidad del individuo en su día a día, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona con EM, así como evitar complicaciones, como caídas, úlceras por presión…
Por otro lado, el papel del trabajador social consiste en identificar las necesidades que presenta la persona con EM y su entorno, para facilitar el acceso a los recursos necesarios que fomenten la autonomía de la persona y eviten la sobrecarga de los cuidadores.
En estos vídeos os contamos un poquito más sobre estos profesionales.